Friday 19 de August de 2005, 00:00:00

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El camino del Inca en Ecuador es un apasionante trekking que sigue la ruta del correo del imperio Inca. Empieza en Achupallas en dónde se puede apreciar la vida rural andina y acaba en las impresionantes ruinas de Ingapirca. Cuando el Largui y yo decidimos realizar el trekking no sabíamos que íbamos a experimentar la aventura de nuestras vidas...

[+] click para ampliar combatiendo el frío

[+] click para ampliar primeros síntomas del soroche

[+] click para ampliar subida a las Tres Cruces

[+] click para ampliar Culebrilla

[+] click para ampliar empieza a caer el sol

El 20 de julio Marc (el Largui) y yo empezamos nuestra particular aventura por los Andes. Éramos un grupo que constaba de dos holandeses (Ronald y Anke), un guía (Raúl), una estudiante en prácticas de ecoturismo (Verónica), un arriero (Manuel), sus dos hijos de 12 y 10 años respectivamente (Vicente y Álex) y el Largui y yo. El trekking no se presentaba duro porque no había gran desnivel. La única dificultad estribaba en la altura (nunca por debajo de 3000 m) pero hacía una semana que habímos estado a 5000 m en el macizo del Cotopaxi y no habíamos tenido dificultad con la aclimatación.

El primer día salimos desde Achupallas y nos adentramos en el valle de Cuchicorral, acampando a 3.800 m, a los pies del cerro Mapahuiña justo antes de alcanzar la laguna de las Tres Cruces. El camino era en continua subida pero se nos hizo corto (unas 4 horas). La pareja de holandeses se demoraban continuamente y pensamos que no estaban aclimatados pero finalmente todos llegamos bien al campamento. Los niños hicieron una fogata por la noche para poder cenar con un poco de calor. El problema es que el fuego era únicamente con hierbas secas porque no había ningún tronco y no duró mucho. La noche estaba despejada y pudimos observar bien la disposición de las estrellas en el hemisferio sur pero rápidamente el frío nos invitó a envolvernos en nuestros sacos y dormir para estar listos al día siguiente. 

El segundo día amanecimos todos con el frío instalado hasta los tuétanos. El Largui estaba blanco y con dolor de estómago y no pudo ni probar los huevos revueltos que Manuel había preparado. Dedujo erróneamente que sus vómitos matutinos se debían a la cena de la noche anterior. Una vez el campamento quedó recogido iniciamos el camino.
A media subida hacia las Tres Cruces el Largui empezó a encontrarse peor y, por consejo de Raúl, montó en el caballo de Álex para seguir el camino. La subida era cada vez más dura y el caballo de Álex tampoco era proporcional a la altura del Largui. Justo antes de llegar a las Tres Cruces observamos algunas ruinas. Después de cruzar el paso de Tres Cruces (altura máxima a 4350 m) hicimos una parada de 10 minutos. El Largui estaba igual de blanco que la crema protectora que llevaba y apenas podía articular palabra. Fue entonces cuando nos dimos cuenta que lo que le pasaba era que tenía soroche (mal de altura). Aunque había estado bien aclimatado, el hecho de dormir con frío le había provocado sensación de ahogo y dolor de cabeza. Así que, en los tramos que se podía, tuvo que seguir en el caballo de Álex.
 Realmente yo estaba preocupada porque hasta ese día Marc había tenido auténtico pánico hacia los caballos y fue él quien pidió montar. Con la pocas fuerzas que tenía intentaba hablar con Álex e investigar sobre su estilo de vida aunque el fuerte acento catalán de él y que el idioma materno del niño fuera quechua dificultó el proceso.
Continuamos hasta Quillo Loma donde descendimos por un sendero rocoso y enfangado hasta entrar en un valle inferior. Después de atravesar el río Cadrul continuamos siguiendo en dirección a Culebrillas. Tras 7 horas de caminata llegamos al sitio de acampada; Paredones. Son un conjunto de ruinas situadas en un espolón encima del lago.
Para entonces mis fuerzas estaban al límite. Así que le propuse al Largui armar la carpa y descansar hasta la hora de cenar. Cuando íbamos a iniciar nuestra buena costumbre hispánica de la siesta empezó a encontrarse peor y volvió a vomitar. Raúl nos dijo que no podía quedarse en ese estado en medio de los Andes y que teníamos que ir hacia Ingapirca como fuera. Así que el problema se resumía de la siguiente forma: apenas quedaba una hora de sol y el Largui tenía que realizar todo el trayecto, en un estado lamentable, del día siguiente. El grupo se dividió y nosotros dejamos la carpa armada cogiendo únicamente los sacos de dormir. El pequeño Álex y una mula nos guiarían hasta Ingapirca mientras que el Largui iba en su caballo. Yo tenía ganas de llorar pero de puro cansancio no podía. Empezamos a caminar y rápidamente oscureció. Era prácticamente imposible orientarse en aquellos páramos. Cuando alcanzábamos una colina le seguían más iguales. Toda nuestra confianza la tuvimos que depositar en aquel chavalín de 10 años. Cuando ni él supo orientarse nos dijo que teníamos que seguir a la mula, que ella nos guiaría. De noche, en medio de los Andes, el Largui con soroche, yo muerta de cansancio y nuestra única guía era una mula y un niño de 10 años. Cuando la mula paraba a comer hierba teníamos que esperar porque sin ella no podíamos seguir. Dicen las guías que de Paredones a Ingapirca el camino es muy bonito pero nosotros no lo pudimos apreciar. No sé cuántas horas caminamos pero hacia las 11 de la noche y después de caminar 14 h seguidas sobre los 4000 m de altitud llegamos a Ingapirca. Marc ya estaba mejor (habíamos bajado 300 m) y habíamos sobrevivido. Forma parte de otro relato el cómo conseguimos encontrar alojamiento en Ingapirca y el cómo visitamos al día siguiente las ruinas que había sido nuestro objetivo. Aunque pasamos horas de desesperación para mi fue la experiencia más interesante de nuestro viaje por Ecuador y se lo recomiento a todo el mundo. Ánimo!! Tranquilo Largui que a partir de ahora nos conformaremos con los Pirineos.
Ana

4 Comentarios

Enviado por Luis Alonso Pérez el Thursday 6 de November de 2008

�Es una verdadera aventura, yo hice la misma ruta con un grupo de amigos, soy de Guayaquil (nivel del mar) y me constó un poco adaptarme a la altura, pero vale la pena hacerlo, es maravilloso, el paisaje es increible, la camino es laargo pero la experiencia de haberlo hecho lo vale.. Si es qeu se deciden cuando lleguen a las Ruinas de Inga Pirca, pidan un canelazo bien caliente!.....�

Enviado por Salomon el Monday 1 de December de 2008

�Hola mombre es salomon senepo y estoy haciendo un video sobre camino inca, hice la parte de huaraz a huanuco, les puedo enviar algunas fotos si ustdes pueden hacer lo mismo de su viaje.
muchas gracias
salomon�

Enviado por Paulino Camacho el Monday 9 de August de 2010

�Realmente una experiencia inolvidable y muy dura, hay que tener cierta preparación y una ropa adecuada, nosotros el primer día caminamos 9 horas y acampamos en un lugar llamado La Choza, desde donde tomamos creo la mejor foto de Culebrillas,la lluvia y el lodo fué lo que casi nos hace fracasar, pero con un poco de esfuerzo lo logramos y gracias al nuestro guia Manuel una exelente persona. En el segundo día caminamos por casi 5 horas, pasando por Paredones las ruinas Incas y llegamos a San Luis y luego a Ingapirca. El paseo es hermoso muy recomendable yo lo volveré a realizar. El pueblito de Achupallas es hermoso y sus gentes maravillosas y muy amables�

Enviado por Fabricio Galàn el Tuesday 16 de August de 2011

�esta experiencia es realmente inolvidable es tan hermoso yo lo hice el dia jueves 11 de agosto de 2011 y es lo mas lindo y cansado que se puede hacer cumplimos un reto con mis amigos y nos hicimos dos dias en recorrer todo el camino del inca espero volver a recorrerlo el guia de nosotros hugo mansero rompio un recor de recorrer todo el trayecto en 6 horas corriendo.....�